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 Periodismo de mano en mano y Visor de Transparencia

 

 

 

 

 

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¿Quién ganó los debates?

Eduardo Martínez Benavente

Junio 28, 2009.

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CONTRAPESOS 2008

CONTRAPESOS 2007

CONTRAPESOS 2006

Lo más sobresaliente del primer debate que organizó el pasado 8 de junio un grupo de ciudadanos vinculados con el movimiento navista fue la ausencia del doctor Fernando Toranzo, candidato del PRI al gobierno del Estado. No asistió, nos dejó plantados a pesar de que había firmado un compromiso formal con los otros dos contendientes en el que se obligaba a participar en el evento. No es un hombre de palabra. Aquí también hay que destacar los esfuerzos del presidente del Consejo Estatal Electoral, Rodolfo Aguilar, para que abortara el debate, logrando que sólo la televisora de José Morales Reyes se atreviera a transmitirlo. Su conducta la consideramos los integrantes de Acción Ciudadana como un atentado contra los valores de la democracia en un momento que se requiere como nunca de la participación ciudadana para despertar el interés de los electores ante un previsible abstencionismo en masa. Aguilar orquestó una labor de advertencia para amedrentar a los concesionarios de las tele-radiodifusoras en el sentido de que si realizaban la transmisión se harían acreedores a multas millonarias. El vocal ejecutivo del IFE en San Luis Potosí, Pablo Sergio Aispuro, tuvo que intervenir para garantizarles que no existía prohibición alguna en la normatividad federal y que el programa podía pasarse sin restricciones en los medios electrónicos. Pero el daño ya estaba hecho. Ante este pronuniciamiento, todavía se atrevió a cuestionar a la autoridad federal, advirtiéndole que el Consejo Estatal Electoral estaba investigando si “…tiene facultades para atender consultas ciudadanas en materia de radio y televisión, como lo hizo”. El evento resultó deslucido y tedioso; ni Alejandro Zapata ni Juan Ramiro Robledo se fueron a fondo. Apenas y se tocaron. Demasiados temas con un esquema muy comprimido. Ante la ausencia de ideas propias, Zapata tuvo que leer un largo listado de propuestas en materia de seguridad pública, y por encubridor o ignorante sólo reconoció pasivos gubernamentales por una cifra inferior a 3 mil millones de pesos. Juan Ramiro, mejor preparado y con más oficio, permitió que lo zarandeara cuando lo invitó a incorporarse a su gobierno como contralor. No le reviró como pudo haberlo hecho.

El segundo debate, que más bien se redujo a una comparecencia o presentación de algunas de las propuestas de los tres candidatos ante los miembros de la Coparmex, se celebró el 16 de junio en el hotel Westin de esta ciudad, resultó más ágil y con más contenido que el anterior, pues en 15 minutos pudieron exponer cada uno su plan de trabajo para posteriormente responder varias preguntas relacionadas con los temas que más les preocupan a los empresarios -unos 200 entre patrones de medio pelo y sus empleados que llenaron el espacio-. Los temas que más cuestionaron fueron la deuda pública, el apoyo a pequeñas y medianas empresas, así como la seguridad pública. No hubo debate. Zapata propuso en materia de seguridad cumplir el Acuerdo Nacional, reasignar recursos para garantizar el desempeño eficiente del sistema judicial y transparentar la aplicación de los recursos del gobierno. Nada que llamara la atención. Toranzo recurrió a la propuesta de generar inversiones con programas emergentes y de empleo temporal. Les aseguró que los constructores locales llevarán preferencia en la asignación de obras. Los dos leyeron sus textos. Juan Ramiro improvisó y fue el más brillante. Así lo reconocieron varios de los asistentes. Les hizo ver que el problema más grave que padece la entidad es la desigualdad, por encima de la inseguridad y la falta de empleo. Una de sus propuestas fue la reducción significativa de las remuneraciones de los servidores públicos y los exhortó a que mejoraran los salarios de sus trabajadores como una medida para reactivar la economía del estado.

El último debate tuvo lugar el 18 de junio en un recinto universitario. Lo inició y terminó Toranzo con la lectura de un documento en el que señala que lo más importante para su gobierno “es impedir que la crisis destruya fuentes de trabajo y que regrese la tranquilidad a los hogares potosinos”. Se comprometió a que “El año que viene voy a hacer año de la obra pública y del empleo”, y aseguró que “No acostumbro a jugar con las ilusiones de nadie”. Sin embargo se atrevió a ofrecer 70 mil nuevos empleos para el 2010. Zapata improvisó su discurso. El contestatario y contradictorio panista le reclama a Toranzo que “…ahí estaba el clima de violencia desde hace 1996, donde ya existía la seguridad pública, donde gobernaba su partido Dr. Toranzo. Yo le preguntaría ¿Qué ha hecho usted por la seguridad pública?...” Poco hay que destacar de su presentación pues se trata de un candidato sin propuestas reales que sólo se ha limitado a repetir lugares comunes que los candidatos a gobernador utilizan cada seis años.

En su turno Juan Ramiro Robledo le advirtió a Zapata que estaba poniendo en riesgo la validez de la elección al excederse del tope permitido para gastos de campaña, también le recordó sus nexos con el despacho encargado de defender a la Minera San Xavier, depredadora del medio ambiente y del patrimonio histórico y cultural de los potosinos. El panista nada dijo, se quedó callado. Toranzo también guardó silencio cuando el candidato de la izquierda le señaló que él no tomaba decisiones por si mismo, sino que dependía de los ex gobernadores que pretenden instaurar un cacicazgo en San Luís Potosí. No pudo explicar dónde quedó el millón de pesos que solicitó a Marcelo de los Santos para el sindicato, y éste no recibió, por lo que lo acusaron penalmente. Se le quebró la voz cuando le contestó que 30 años de honestidad avalaban su conducta. Le señaló también su falsa austeridad al haber recibido un sueldo de más de 2 millones 800 mil pesos durante el último año, muy por encima de lo que marca el tabulador para los secretario del Estado, para finalmente concluir que en su campaña anda promoviendo un hospital en Matehuala, cuando resulta que en el 2005, siendo Secretario, lo rechazó argumentando que no procedía porque ese municipio no tenía el número de habitantes que se requería.

 

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Lista obtenida a través de solicitudes de información

 

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